Hola a tod@s:
Os va a parecer extraño, pero hoy no os traigo nada de ganchillo.
Quiero enseñaros la transformación que hice de un sillón de capitoné que me encontré literalmente "EN LA BASURA".
Sí, sí, habéis oído bien, estaba en la basura. No es que estuviera dentro de los contenedores y me metiera en ellos, pero estaba al lado de ellos, tirado.
Cuando lo vi, la verdad es que me puse un poco nerviosa, porque lo quería, y no dudé ni un momento en que me lo iba a llevar. Y así fue.
Es un sillón capitoné tipo Luis XV.
Creo que no hace falta poneros cuál es la foto de Antes y Después ¿no?
No es que estuviera muy destrozado, solamente un poco rota la tapicera de donde se apoyan los brazos. Pero la madera estaba impecable y no sabéis como pesa. Se nota que es un sillón de madera maciza.
Esta foto que tenéis aquí son los travesaños que tiene debajo.
Ya se ve como queda después de darle el decapante y lijar y lijar y lijar.
La verdad es que me llevó mucho tiempo y esfuerzo, no nos vamos a engañar.
Utilicé un decapante muy espeso que compré en una tienda especializada. Su utilización es fácil. Se da por toda la superficie que se quiere decapar con una brocha, se deja el tiempo que pone en las instruciones del producto y a esperar.
Cuando pasa el tiempo requerido, se lija con un estropajo de lija muy gordo. Hay que tener en cuenta que hay que quitar, la pintura que tuviera y el barniz.
En esta foto ya está todo el proceso terminado.
Aquí se aprecia muy bien el color que tenía el sillón.
Parece un color nogal además brillante debido al barniz.
Y en esta otra se ve muy bien cómo se ha quitado por completo la pintura y el barniz. La madera está en su estado original. Y se aprecia la veta.
Quería enseñaros esta foto porque aquí se ve el primer paso de la lija gruesa.
Después de darle el decapante por toda la superficie, esperar y lijar con estropajo grueso, principalmente lo que se quita es el barniz, pero si os fijáis el color que queda es oscuro pero mate, sin brillo ninguno.
El segundo paso es coger estropajo de lija más fina y empezar a quitar todo el color de la madera.
Lo bueno de este sillón es que la madera natural tiene un color muy bonito y además se aprecia muy bien la veta.
Esta foto es la pata. Lleva mucho, pero que mucho trabajo, porque la superficie no es regular. No veáis el trabajo que cuesta meter la lija en esos huecos de la madera. Además teniendo en cuenta que todo el proceso es manual, ya que no tengo ninguna lijadora eléctrica ni nada parecido, todo a manita.
Y ahora como en todo ANTES Y DESPUÉS, viene el después.
Se me olvidaba. En las fotos anteriores está la madera al natural después de lijarla.
Lo único que hice finalmente fue darle un barniz natural incoloro satinado. Me gusta mucho este tipo de barniz satinado porque solamente tiene un poquito de brillo. Ahora lo vais a ver, lo bien que queda.
Pues lo dicho: éste es el después.
Y ahora van los agradecimientos. Empiezo
En primer lugar quiero dar las gracias a mis compañeros de trabajo, que me ayudaron a llevármelo, porque yo sola no hubiera podido. También hablamos mucho de cómo iba a restaurarlo y cada uno me daba su opinión personal.
Lo que estaba claro era que tenía que decaparlo y lijarlo. Eso sí, pero en lo que tenía mis dudas era si lo iba a pintar y en qué color. Pensé pintarlo al principio en color blanco roto, y hasta pensé en colores como el plateado y el dorado. Es que la imaginación corre mucho y tiene patas. Pero para mí, ya eran palabras mayores lo de pintarlo.
Me aconsejaban una cosa u otra y es que durante un tiempo fue motivo de conversación. También hablábamos mucho de la tapiceria. Lo que estaba claro, es que al ser de capitoné no podía ser una tapiceria de rayas, así que había que buscar motivos pequeños florales o un color liso. Hasta una compañera me trajo un catálogo de tapicerias de un amigo suyo que se dedica a ésto.
Hablamos mucho del sillón y por supuesto nos reímos mucho.
Al final como habéis visto, no lo pinté, era complicado para mí, ya que nunca había hecho nada de ésto.
El tema tapiceria lo dejé en manos de profesionales. Finalmente fue un tapicero recomendado por una compañera mía y que hizo un buen trabajo y a muy buen precio.
La tela la compré en Madrid, en una tienda que hay muy cerca de la plaza mayor, si conocéis la zona sabréis que por ahí, hay muchas tiendas de telas, lanas y mercerías. Me encanta ir de vez en cuando a echar un vistazo.
Y agradecer especialmente la ayuda que obtuve por parte de mi hermana. Ella fue la que me orientó desde el principio al final, desde como decaparlo, lijarlo, hasta que barniz sería el más apropiado de utilizar, y también me ayudó a restaurarlo. Nos pasamos un par de tardes con lija en mano. Gracias a sus consejos, finalmente me decanté por barnizarlo, y creo que fue una decisión muy acertada. Gracias hermana, siempre eres de gran ayuda.
Pues ya sabéis, no tiréis nada, o sí, pero avisarme que yo lo rescato. Si veis algo tirado podéis darle una segunda oportunidad, es cuestión de ganas y al final siempre os alegraréis del trabajo realizado.
Espero que os haya gustado mi "SILLÓN CAPITONÉ LUIS XV". A mí me encanta y cada día me alegro más de haberle dado una segunda oportunidad.
Feliz fin de semana.
Un beso
Este DIY participa en la fiesta de enlaces de las
#diogeneras. Es la primera vez que me uno a ellas en esta iniciativa. Os recomiendo que visitéis su blog, tienen cosas espectaculares.
Gracias chicas por unirnos en estos proyectos.